Jhonson Wax Administartive Building es uno de los muchísimos edificios de Frank Lloyd Wright. Bueno, vayamos por partes.

Como en mis anteriores trabajos, no conocía a la persona pero si alguna de sus obras. Es más, todos conocemos al menos una de sus obras, aunque no seamos capaces de imaginar ya que tiene un aspecto modernísimo, pero se edificó en 1935. Pero bueno, eso será luego. Ahora voy a hablar sobre el Johnson Wax.
Voy a ser claro, no me ha gustado. Aquí pienso que el funcionalismo está elevado a una gran potencia. Es cierto que es una oficina, y que éstas no tienen porqué ser artísticas o bellas, pero no me gustaría para nada trabajar allí.
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Dibujo del JOHNSON WAX ADMINISTRATIVE BUILDING |
Como he mencionado antes es un edificio muy funcional, pero también he dicho que a Frank le gustaban los edificios orgánicos. En éste edificio se demuestra precisamente eso: en la iluminación. Pese a que toda la fachada sea de ladrillo, en la parte superior existe una "banda" de ventanas traslúcidas, que no transparentes. Éstas dejan pasar la luz, aunque no se ve con nitidez lo que hay detrás de la ventana. Principalmente lo diseñó así por dos motivos; 1º: no necesitar luz artificial para iluminar todo el edificio, y 2º: que los trabajadores no se distrajesen. El segundo propósito lo consiguió, pero el primero no pudo. Por mucho que lo desease tuvo que ceder a que se instalase luz eléctrica.

Pero a mí no me acaba de convencer. Absolutamente todo está diseñado por él. Y cuando digo todo es todo, incluido el mobiliario. No me agradan para nada los colores, y aunque es un espacio muy amplio, a nivel de suelo está muy sobrecargado para mi gusto. Me crea la impresión de que a la hora de trabajar es un poco agobiante. En éste edificio trabajan más de 500 personas.
Como ya he dicho antes no me gusta éste edificio, pero también hay que decir que me gusta la idea que tuvo el bueno de Frank al convertirlo en un fortín. El emplazamiento no es el mejor. Es una zona bastante industrial, por lo que no creo que sea muy agradable ver desde tu silla una fábrica gris y contaminante. Pero no es a mí a quien tiene que gustarle, sino a los trabajadores. No hay que olvidar que lo que Frank Lloyd quiere es que el edificio sea funcional, y en éste caso lo ha conseguido. En los primeros años después de su construcción los trabajadores aumentaron su rendimiento a favor de la empresa en un 25%. A parte creo que a Frank Lloyd no deberíamos relacionarlo con casas feas o aburridas, porque una de las casas más bonitas que yo he visto jamás la diseñó él. Y seguro que no soy el único al que le gustaría vivir en ella. Mírala.

Muy bien, auque algunas de tus críticas no las comparto.
ResponderEliminarEl trabajo es mu bueno y personal. Tienes un 10